Hoy os propongo un camino para ir profundizando en nuestra relación con la realidad. Unas sencillas pautas que a mi me han ayudado muchísimo en los últimos años y aun siguen siendo fundamentales para vivir con más intensidad e integridad mi día a día. Es un sencillo proceso interno que nos lleva primero a ver la realidad tal como es. Pero que no se queda solo en esto, ya que en segundo lugar nos invita a conectar, dialogar y amar nuestra realidad, para que la sintamos cada vez más cercana y compartida. Y en tercer lugar, nos impulsa a la experiencia directa como protagonistas, para vivirnos plenamente y ser realidad.
¿Lo habéis notado? Es un viaje que explora lo mejor de tres territorios: La 3ª persona (Él y Ello), la 2ª persona (Tu y Nosotros), y la 1ª persona (Yo). Es como ponernos a la vez 3 sombreros distintos: Él del científico que investiga desde fuera nuevos territorios desconocidos, él de una madre que acoge, escucha, dialoga e interactúa con aquellos a los que ama, y finalmente, el sombrero de un niño que disfruta jugando a ser todos los personajes habidos y por haber. Es el proceso 3-2-1, que recorre la tercera, la segunda y la primera persona.
Zambúllete conmigo en esta maravillosa aventura – digital y analógica – donde aparte de ver las formas, podremos interactuar con la belleza viva, y por supuesto encarnar y ser protagonistas de todo. Te llevo de la mano. ¿Te vienes?:
3. Ver la realidad tal como es
Toma distancia y mira la realidad a través de los objetos. Con ayuda de nuestros sentidos. Con la mente que razona y explora. Eres un científico lleno de curiosidad por todo. Ves formas que aparecen y desaparecen. El ciclo de las estaciones. La evolución de vida desde las primeras bacterias a los homínidos. El ciclo de formación de las estrellas. Las distintas razas humanas. Las tecnología que usamos. Nuestras diversas formas de intercambio. Leemos y estudiamos. Buscamos la verdad. Vemos documentales como la serie Cosmos, para comprender. Analizamos y experimentamos, para conocer, desde la mirada en tercera persona.
2. Dialogar, unir y amar nuestra realidad
Ya has visto. Sabes muchas cosas. Y ahora quiero que participemos juntos en la realidad. Que gocemos del placer de enlazar conocimientos. Que amemos la belleza de estas formas que surgen. Que agradezcamos el privilegio que se nos ha dado de poder estar aquí cuando el amanecer surge. Sorprendernos ante este inmenso cosmos. Sonreír ante la bacteria que se multiplica cada pocas horas. Sentirnos cómplices, como aprendices que exploramos nuevas formas de comunicación por internet. Somos parte de la sociedad humana, y esto con frecuencia nos duele. Ya no podemos quedarnos al margen de la realidad, ya que esta nos interpenetra, nos condiciona, nos ayuda, y también nos daña… Sentimos la vida, y sentimos la muerte. Siento compasión por ti desde mi corazón en segunda persona.
1. Experiencia directa de ser realidad
Mientras interactúo con el mundo, simultáneamente, me experimento siendo. Esta sensación profunda de ser. Yo soy. Vivo dentro de mí. (Tu también puedes hacer tuyas estas palabras si lo sientes así). Siendo, desde el misterio de mi mismo, desde mi experiencia corporal, desde mis emociones que ahora ocurren en mí, con mis pensamientos que surgen y desaparecen. ¡Yo vivo ahora! Soy consciente del fluir de las cosas que me conforman. Soy protagonista de tantas historias que vivo. Siento mi poder y mi valor. Y no soy ajeno a mi locura, que tengo pegadita a mi piel. Soy el que investigo la realidad y la saboreo. Y más allá de esto, soy la realidad que investigo. Me abro más allá de todo límite, para experimentarme en todo, desde mi apertura en primera persona.
Lo que pasa cuando no integramos las 3 miradas
Este triple acercamiento a ser, amar y ver la realidad puede ayudarnos mucho a vivir mejor. Es necesario que integremos las 3 miradas. Muchos de nuestros problemas cotidianos surgen por marginar una o dos de estas voces. Y también por dar demasiado protagonismo a una de ellas, disociándose de las otras. Cuando esto ocurre, nuestra interpretación de la realidad se convierte en una caricatura que nos aleja de la verdad, la bondad y la belleza.
Para hacernos una idea de por donde andamos, te dejo algunas pistas: ¿Te identificas con alguna de estas formas de funcionar e interpretar la realidad?:
- Miro la realidad desde fuera, analizando todo con mi mente. La realidad es solo lo que veo. Yo no importo en este basto universo. No siento nada. No creo en el amor, ni en el compromiso con nada, ni nadie. Todo es muy curioso, aunque tan frío y lejano. Me gusta leer solo en casa. [Realidad externa solo en 3ª persona]
- Soy una buena persona que me entrego a las personas. Amo la vida y sus seres. No me interesa la ciencia, ni comprender las cosas. Solo querer. Tampoco yo importo. En realidad yo soy superfluo. La relación y la empatía es lo único que vale la pena. Salgo de casa corriendo siempre que otros me necesitan. [Realidad anclada en la 2ª persona]
- Solo quiero vivir aventuras. Experimentarme a mi mismo con intensidad. Ser protagonista de todo. Lo único real es mi propio placer y logro. No intento conocer el mundo, solo que este me sirva a mis intereses. El amor es una patraña y toda relación solo genera dolor, por lo que mejor estar solo que mal acompañado. [Realidad egocéntrica en 1ª persona]
Toda esta dinámica de integrar la 1ª, 2ª y 3ª persona (ser, dialogar, ver la realidad), también conocida como proceso 3-2-1, lo aprendí de varias fuentes, sobre todo de los 4 cuadrantes de Ken Wilber y del libro “La Practica Integral de Vida“. Me parecen fascinantes, sencillas y muy reveladoras, y por eso hoy me apetecía compartirlo con vosotros.
¿Te ayuda este proceso? ¿Conoces otras miradas similares o complementarias? ¿Quieres profundizar en alguna de estos 3 acercamientos a la realidad que sientes que tienes algo olvidado?
Crédito de la imagen: Ilusión Optica por Igor Domsac, con licencia CC-BY-SA.