Soy la alegría. Esta voz fresca y conectada que habita en tu corazón. Soy la alegría serena, que no necesita exaltarse o aparentar ser super felicidad.
Tal vez desde fuera no me reconozcan. No importa. No estoy aquí para contar chistes o para agradar a nadie. Estoy sin más. Soy la expresión del gozo vital, de la plenitud, del amor y de la entrega.
Me acompaña muy de cerca mi hermana tristeza. Gracias a ella he aprendido a sentirme. Me reconozco gracias al dolor de mi vida. Tras la enfermedad y la crisis emerjo con la frescura de la sanación. Respiro por fin y me muestro en la simple alegría de ser y estar vivo.
Me gusta escribir. Me gusta conectar con otros. Fluir sin pensar. Solo disfrutar del momento.
Reconozco que te visito poco. Bueno, en realidad estoy ahí, pero te cuesta reconocerme. Te gusta meterte en un pozo de amargo vacío. En esa nebulosa fría. Sin reconocerte ni como tristeza, ni como alegría. No nos miras. No nos acoges. Y no nos dejas espacio real.
Si que es cierto que creas sucedáneos mentales de nosotras. Pero te cuesta vivirnos de verdad.
Hablo también de la tristeza porque sé que está de acuerdo conmigo. Está aquí a mi lado y afirma todo lo que expreso. Luego si quieres puedes hablar con ella, que esta dispuesta a ser escuchada.
Descansando como voz de la alegría
Si, reconócelo. Muchas veces te cuesta descansar en mi. Relajarte y fluir como alegría. Y yo estoy aquí, emergiendo de tu corazón. Ganando este espacio que me pertenece.
Soy la alegría serena. Soy una fuerza inmensa. Este poder fresco que contagio gozo y plenitud.
Desde mi locura y misteriosa forma de actuar provoco sensaciones y ganas de vivir. No sé explicarlo. Pero me gusta bailar. Expresar con el cuerpo estas ganas de gozar.
Soy amor. Alegre amor. Me entrego. Me regalo al mundo. Estoy más allá de una persona particular. Este que escribe solo expresa lo que yo Soy, más allá de su personalidad limitada.
Soy la Gran Alegría, infinita, sin límites, plena en posibilidades creativas. Soy hermosa y a la vez indescriptible. Habito en todos los seres y me muestro con las múltiples caras de la existencia.
También estoy en ti y en todo. No hay lugar donde no habite. Y me encanta encarnarme en un cuerpo que explota en risa profunda. Y también en el alegre llanto liberador.
Soy el canto honesto que no busca nada
Soy la Alegría. Tan humana y tan divina. Tan plena y tan carnal. Y es fácil reconocerme si abres tu corazón a tu esencia natural de ser humano.
No me busques. No hace falta. Solo déjame hablar. Invócame. Llámame. Y encarna en tu cuerpo lo que ya es en ti desde el principio de los tiempos.
Gocemos juntos de cada regalo que la vida nos da a cada instante. Estemos juntos presentes. En la alegría que no reniega del dolor y la separación. Siendo honestos con la realidad del sufrimiento. Y riéndonos de como nos dejamos enganchar por esta lucha por querer ser lo que no somos.
Buenas noches. Me acuesto dejando que la alegría que soy sea soñada en este dormir regenerador. Y mañana seguiré en ti y en todos. Aunque tal vez ya no me recuerdes.
No importa. Sigo llamando a tu puerta. No para que me abras, sino por el simple gozo de reírme contigo. Hasta mañana, mi querido ego preocupado ?
Nota: La estupenda pintura de la imagen es obra de Carla Vijande.
Que bonito! Gracias.Namaste?
Namaste! 🙂