En la primera década del siglo XXI peregrine a Santiago de Compostela en varias ocasiones, y siempre acabe mis caminos con la pregunta de ¿que podía hacer después de hacer el Camino de Santiago?
El final de mis Caminos de Santiago
Tras mi primer Camino, Fromista-Santiago, volví a mi ciudad Palencia con Aloisio, un amigo peregrino de Brasil, que también tenía la inquietud de seguir las vivencias del Camino Compostelano y marcho hacia Irlanda días después.
Nos despedimos con la sensación de que el Camino no se acaba nunca, solo se acaban las flechas amarillas…
Al acabar mi segundo Camino, San Jean Pied de Port-Finisterre, me di cuenta que ya no podía seguir andando hacia el oeste. El mar me lo impedía. Solo podía volver sobre mis pasos y caminar de vuelta, como hacen algunos peregrinos. Habia pasado más de 45 días en el Camino y yo no era la misma persona.
Al final decidí tomar el autobús y al llegar a mi ciudad, todos los días caminaba buscando plantas y frutos que conocer y recolectar.
En mi tercer Camino de Santiago, Bercianos del Real Camino-Astorga-Palencia, me hice hospitalero. Fue una experiencia maravillosa el poder devolver al Camino tanto de lo aprendido. Estuve de hospitalero en Bercianos, luego en Hospital de Órbigo y finalice unos días en una base de acampada en Astorga.
Al acabar mis días de hospitalero decidí regresar andando. Tome la Vía de la Plata hacia el Sur, y en Benavente gire hacia el este hacia mi ciudad Palencia. Llegue pletórico y muy cansado.
Y fue el principio de otras etapas de peregrinaje interior que me han llevado a donde estoy ahora, junto a Mariluz y Casa Cueva La Luz, a pocos kilómetros de mi amada Ruta Jacobea, y con el corazón abierto a seguir acogiendo peregrinos de la conciencia.
¿Qué puedes hacer tras vivir el Camino de Santiago?
Sé por experiencia que el final del Camino es un crisol de emociones y procesos internos. También la vivencia colectiva con tantos amigos peregrinos deja mucha huella al acabar los días de peregrinaje.
Volver a casa con frecuencia es difícil. Retornar a las actividades rutinarias de tu antigua vida también. Tú no eres la misma persona. Has cambiado en el Camino. Necesitas un periodo de adaptación, de asimilación de tantas experiencias vividas antes de enfrentarte a tu vida cotidiana. Antes de tu vuelta definitiva.
Algo que yo hubiera deseado al final de mis Caminos es ser acogido en un lugar donde reposar y peregrinar hacia adentro. Un espacio donde dejar de caminar o caminar menos, y asimilar tantas vivencias. Y donde poder compartir con antiguos peregrinos los aprendizajes internos y afrontar la vuelta a casa.
El final del Camino de Santiago en Casa Cueva La Luz
Desde donde vivo ahora, en el Cerrato Palentino, vuelvo mi mirada al Camino de Santiago cercano, con el deseo de acogerte al acabar tu Camino. O quizás también en mitad del peregrinaje a tu paso por Palencia. Y así, junto a Mariluz y mi familia, poder ayudaros a resonar con tanto que late dentro…
Casa Cueva la Luz no es un albergue de peregrinos. Es un pequeño centro de interioridad en las entrañas de la tierra. Una antigua vivienda excavada en la ladera. Un lugar donde puedes venir solo o con un pequeño grupo de peregrinos a descansar, meditar o repoSer (como preferimos llamarlo).
Aquí no te ofrecemos planes concretos. Todo depende de ti y tus necesidades de peregrinación interior. El espacio es para ti y nuestra presencia puede acompañarte hacia nuevas etapas de autoconocimiento y cambio de vida.
Podemos conversar, meditar, dar paseos por el entorno natural, vivenciar pequeñas terapias desde el cuerpo y la presencia. También ayudarte a tomar decisiones o acabar de resolver aquello por lo que decidiste hacer el Camino de Santiago.
El Camino no se acaba… solo se acaban las flechas amarillas
Me gusta imaginar este texto escrito de corazón como una última flecha amarilla que te ayuda a regresar a casa tras llegar a Santiago, Finisterre o Muxia. Una última señal. Una invitación a seguir peregrinando, ahora hacia adentro. La etapa previa a tu regreso final a tu hogar tras el Camino de Santiago.
Y la flecha señala hacia conversar con nosotros, con Nacho y Mariluz, y ver como puedes hacer esta etapa final regresando hacia Palencia y hacia Casa Cueva La Luz. Antes de retornar a tu hogar.
Este es el teléfono de Mariluz: 677 736868. Puedes preguntar también por Nacho por si podemos hablar los 3 y sentirte en el Camino.
Ojalá podamos conocernos y compartir lo sutil del Camino que late fuerte dentro de nosotros.
Me emociona lanzarte esta invitación, como una botella al mar, sin saber si te llegara o le llegara a alguien. Pero necesitaba hacerlo por mi amor al Camino y nuestra pasión por guiar peregrinajes interiores.
Ultreia. Buen Camino. Vamos más allá y hacia adentro.