
Ahora puedo reírme de mi, pero ayer sufrí bastante buscando mi inspiración y queriendo producir y crear artículos importantes. Durante muchas horas estuve agobiado por no conseguirlo. Daba vueltas a las ideas y nada surgía, me daba cuenta de que el tiempo pasaba y no conseguía resultados. A ratos se me iba la cabeza a otras actividades tontas y procrastinaba. El resultado final: sufrimiento. Voces en mi cabeza repitiéndome una y otra vez:
«No estás haciendo lo que debes» «Estás perdiendo el tiempo» «Te has vuelto a perder» «Estás atrapándote en el fango»
Hoy me levanto con otra actitud y más ligero. Ahora hay en mi una comprensión de que lo que había en demasía dentro de mi era un alguien. Si, un exceso de Yo que se cree importante. Y no podía alcanzar esta ansiada productividad personal interior simplemente porque este alguien sufriente tenía demasiadas cosas que exigir desde el inconsciente.
Sobre este Ego lleno de importancia personal
Puedo llamar a este personaje interno, mi exceso de importancia personal. Un ente confuso que me controla y que tiene sus propias demandas sobre mi y sobre lo que puedo y no puedo hacer. Una voz pesada con miles de historias de miedo que contarme, dolor acumulado y muchas dosis de rabia y separación ante los demás. Con tanto peso interno, es normal que no me quede energía para fluir con las experiencias, y sencillamente crear la belleza y aprender en intimo contacto con los demás.
Ya se que esto os suena. Es lo que coloquialmente llamamos ego. Es fácil ver este exceso de ego en los demás, cuando están en su mundo arrogante y separado. No es tan fácil descubrirlo actuando en uno mismo, pues es como una sombra reprimida que se oculta en los múltiples recovecos de nuestro inconsciente. Aunque realmente es muy útil pillarse en ello, reírse de uno mismo y relajarlo un poco.
Una salida a la cárcel de la importancia personal
Por tanto una solución para ser más productivo es primero reconocer como mío este alguien importante que creemos ser, y después soltar sin esfuerzo esta autoidentificación engañosa con la etiqueta. Es decir, ver que yo no soy este personaje, aunque este personaje es mi personaje. Es un cambio del ser “algo” al simplemente tener este “algo”. Una sutil transformación de la mirada sobre nosotros mismos y nuestra identidad. Podría resumirlo de la siguiente forma:
Del YO soy IMPORTANTE ——-> al yo SOY y tengo importancia
Soltar las identificaciones es liberarse de ataduras y exigencia de ser algo concreto. Y si no hay un alguien concreto, si sólo hay creación vacía y libre, la acción creativa puede surgir auténticamente. Y no estoy sugiriendo que eliminemos nuestra personalidad, ya que en realidad es todo lo contrario. Lo que hablo de relajar son las etiquetas, fijaciones y automatismos a los que como persona estoy atado. Yo soy, simplemente. Desde la sencillez más profunda de ser, sin artificios, es de donde la creatividad surge como del vacío, y desde donde tenemos vitalidad, amor y sabiduría en cantidades y calidades para producir belleza, verdad y bondad.
¿Y cómo puedo soltar este alguien importante que creo ser?
Este es el meollo de todo un proceso interior, que no acaba nunca, y que pasa por muchas fases. De forma muy resumida puedo contaros algunas pautas que me ayudan a reconocer mi sombra, y luego a poder relajar mi creencia de ser un personaje importante separado del mundo:
- Contactar con el sentir natural de mi cuerpo, mis impulsos y mis emociones. El darme cuenta desde mi cuerpo.
- Tomar conciencia de mis automatismos inconscientes y de mis creencias repetitivas. Ver sin juzgar todas estas frases que me repito una y otra vez para justificar mi importancia. Notar cuales son estos actos arrogantes de los que no puedo salir, y que limitan mi vida y mi productividad.
- Dialogar sinceramente con otras personas, contando y escuchando con sencillez nuestras vidas, nos ayuda también a relativizar nuestra importancia personal.
- Abrirme al cuestionamiento interior sobre mi propia identidad. Investigar internamente si en realidad soy este alguien que creo ser: ¿Quién soy yo?
De todo esto seguiremos hablando con detenimiento en este espacio, con intención de que nos ayude a ser más productivos y mejores agentes de cambio, conocimiento e innovación.
A modo de conclusión, siento que alrededor de mi vida ocurren cosas importantes, cuando me entrego a contribuir con vosotros en la co-creación de espacios humanos de amor y sabiduría. Y veo que mis días carecen de valor cuando me pierdo mirando mi ombligo con la arrogancia del que se cree por encima de la existencia.
Vídeo y dinámica para reírnos de nuestra importancia personal
Me gustaría mucho que añadieras tu vivencia personal a esto que os cuento. Creo que hablamos poco de estas cosas, y en parte esto nos encierra aun más en nuestra dolorosa cárcel de importancia personal. Creemos ser los únicos que sufrimos, sin ver que a los demás también nos pasa algo similar.
Por tanto, os sugiero una espontanea dinámica de cantar, bailar y reírnos de nuestra importancia personal, parodiando acompañados de amigos nuestra propia versión del siguiente vídeo: Que no tengo ni ego ni nada, Yo. Aunque se centra en la arrogancia espiritual-nueva era, puedes hacer tu propia versión adaptándola a tu contexto:
Y no olvides contarnos tus vivencias sobre el tema y sobre tu dinámica de reírte reconociendo tu tendencia a ser un ser sumamente importante, como casi todos ¿verdad? 😉
Un abrazo enorme, y un maravilloso 2016!!!
Gracias Mónica!! También te deseo muchos momentos de vida plena en este 2016, y por supuesto comparto con mucho gusto este enorme abrazo contigo!!!