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Acoger el sentimiento de frustración

Chico con sentimiento de frustración

Un día me descubro cabreándome por todo. Otro me siento abatido y cansado. Otro parece que estoy a gusto, pero a poco que escarbe me doy cuenta de que estoy evadiéndome con sonrisas de algo que no quiero reconocer. ¿Qué me pasa? Lo que nos pasa a casi todos, que escondemos detrás de todas estas emociones molestas un sentimiento de frustración aun más molesto.

Nos agobia sentirnos vulnerables, pero esta es nuestra realidad. Duele sentirse frustrado, pero va siendo hora de que lo reconozcamos. Las cosas no salen siempre como deseamos. Acabamos descubriendo que ese ideal de nosotros mismos era en realidad una fantasía. Los demás, e incluso nosotros mismos, dejamos de valorarnos y nos juzgamos. Y la realidad se nos muestra más dura de lo que parecía.

No estoy buscando con este artículo que nos sumerjamos todos en el pesimismo de la frustración. Todo lo contrario. Creo que reconociendo lo que nos pasa, podremos dar pasos para vivir dignamente. Y esto es muy positivo.

Entonces, el primer paso es reconocer que nos enfadamos, nos deprimimos, nos evadimos e incluso nos drogamos, para no sentir la angustia y el peso del sentimiento de frustración. Pero ahí esta, escondido en nuestro interior, esperando ser reconocido para poder liberarlo de alguna forma.

Hay que ser valiente para dejarse caer en esta intensa angustia que es la frustración. Pero solo sintiéndolo podemos abrirnos a lo que auténticamente necesitamos vivir. Pero no es fácil vivirlo, ni podemos forzarlo en demasía. Solo dejar que la vida nos vaya trayendo las frustraciones que podamos asimilar, y acoger como podamos su dolor.

Porque toda frustración lo que desea es ser liberada a través del amor. Y sobre todo el amor hacia uno mismo. Acoger la frustración es un arte interior, que reconoce la vulnerabilidad de la persona, sus limites y su previsible muerte. Y toda perdida es una pequeña muerte.

Y desde aquí, desde este reconocer y acoger la locura de la frustración, algo se abre en nuestro interior. Un reconocimiento de que más allá de tantas pequeñas muertes en vida, se esconde una realidad más amplia. Es a través del dolor de la existencia, que vamos madurando y descubriendo nuestra autentica identidad. Algo esencial se despierta en nuestro interior. Algo que siempre estuvo aquí. Un espacio auténticamente invulnerable donde poder descansar, más allá de nuestros pequeños egos y nuestras pequeñas frustraciones pasajeras.

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9 comentarios en “Acoger el sentimiento de frustración”

    1. Muchas gracias Enric. El texto surgió desde este descubrimiento de lo que había debajo de mi ira-abatimiento de ayer… y que se mostró como sentimiento de frustración. Me quedé ahí, meditando, inspirando la frustración al corazón y espirando amor.
      Me alegra compartirlo

  1. Gracias por este artículo Nacho!…No, no es fácil caminar al lado de la frustración, pero aún es menos fácil no reconocerla y que ese sentimiento nos bloquee Todos en algún momento sentimos esa sensación de cansancio, de abandono, de no querer seguir. Es como si la pantalla en la que nos reflejamos dejada de funcionar. Es el momento de pararse, de analizar, de buscar dentro de nosotros y descubrir la distancia entre aquello que creíamos que podíamos y lo que realmente somos..Solo cuando abrazas con Amor a ese ser que eres, el real, el vulnerable, el que se equivoca, el que no puede resolverlo todo, el que se pierde, algo se mueve dentro y un sentimiento expansivo empieza a mostrarse. Probablemente al principio caminas despacio, te cuesta aceptar, pero a la vez sientes que algo te devuelve a ti misma…a ese ser que, como tu tan bien dices, puede llegar a descansar en ese espacio invulnerable que constituye tu esencia y que siempre estuvo ahí

    1. ¡Muchas gracias Zita por compartir este rico comentario por aquí! Me apasiona sentir una experiencia similar desde otra persona. Que resuene el aprendizaje desde voces diferentes. Leer tu texto me pone contento. Es dura la frustración. Es normal que nos escapemos, incluso que la proyectemos en otros… pero es una vivencia que encierra tesoros… Un abrazo!!!

      1. Reconocer Nacho nuestra frustración ya es un avance de actuar como consciencia testigo sin juzgar, sino aceptandola, integrandola a todo nuestro ser, desde nuestra propia finitud se nos puede abrir un paso a un espacio, un lugar, que actúa de sanación y curación interna de nuestra propias emociones. Gracias por el artículo que nos interioriza en procesos que ocurren demasiado a menudo por lo menos en mi. Saludos Juan

        1. Hola Juan! Que bien tu comentario. Creo que de estos temas hablamos poco, al menos desde la profundidad de lo que sentimos. Y como comenta más abajo Marijose, hay (al menos en mi) un sentimiento de inferioridad y desvalorización frente a otros que me atrapa también con demasiado frecuencia.

          Me encanta como lo expresas este acoger, desde conciencia testigo sin juzgar. Esta experiencia de ecuanimidad que se abre y desde ahí sana las emociones. Así lo siento yo también, esta doble faceta interna, una más allá de uno (con distancia) que acoge y otra que es acogida… ¡Un abrazo!

  2. Me ha gustado mucho la reflexión que haces sobre este sentimiento, que si habláramos de estrellas, sería una de la constelación de la envidia. ¿Para qué surge este sentimiento de frustración? Para darnos cuenta y hacernos cargo de quiénes somos en el juego de la vida y valorarnos como seres únicos e irrepetibles que fluyen en esa unicidad y aprenden a ir hacia delante por el camino de los logros y metas. Es aprender a ser autónomos e interdependientes. Es relacionarnos con nosotros mismos con respeto y amor cada vez más incondicional por la senda del artista de la propia existencia.

    1. Hola Marijose! Gracias por tu aportación! Me llega mucho lo que relacionas con la envidia. Hay un tema muy social y relacional en la frustración o por lo menos como lo vivo yo. Un compararse y minimizarse. Un sentirse sin valor y sin poder. Un intentar bajar al otro en vez de subir yo a donde en esencia ya estoy (esto lo he sentido vitalmente en una practica, queriendo bajar a otro literalmente de altura y poder… uffff).

      Y si, esta locura viene para reconocer esto, que todos somos únicos y valiosos. Autónomos y a la vez interconectados en interser. Ricos como partes de un todo inmensamente acogedor. Y la frustración es una señal de que nos olvidamos de nuestra autentica identidad. ¡¡Gracias de nuevo Marijose por esta reflexión junto, y en este rico grupito!!

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