Tengo el gusto de compartir esta interesante entrevista a Lourdes Garrido Mayo, mi querida amiga, escritora y psicóloga en Gijón.
Para mi Lourdes es un autentico terremoto, una persona que disfruta con mucha sencillez de todo lo que hace y que no para de integrar a su vida y su profesión nuevas posibilidades terapéuticas, artísticas y humanas. Con su gran curiosidad y alegría, la podemos encontrar fotografiando reflejos increíbles, cantando como los ángeles, dinamizando Redes Sociales, o charlando amigablemente en la radio o las TVs locales.
Junto con Alejandro Villar, creo hace años el Centro de Desarrollo Integral llamado Psicointegral, enfocados en la psicoterapia integral, las sesiones de relajación integrativa, los talleres de meditación integrativa y otras ayudas para el desarrollo personal.
– ¡Hola Lourdes! Para empezar ¿Cuál es tu vocación?
Pues mi vocación es entender la gran maquinaria que tenemos en nuestras cabezas.
– ¿Solo en nuestras cabezas?
Comprender la maquinaria de nuestras cabezas es también comprender cómo funciona nuestro cuerpo al respecto, pero digamos que me interesa cómo funciona nuestra torre de control, que a su vez controla el cuerpo hasta cierto punto.
– Eres autora de un libro muy interesante que se llama ‘De la medicación a la relajación‘ ¿Qué te motivó a escribirlo y compartirlo?
Me motivó a escribirlo la necesidad de compartir lo que yo sabía y practicaba desde 1992 y con lo que tantos beneficios he encontrado a todos los niveles. La práctica diaria de la relajación como práctica de vida es una cuestión de higiene mental y de autoconocimiento muy necesario, sobre todo hoy en día. Es una de las medicinas preventivas más eficaces que conozco.
– Y ahora estás escribiendo otro libro ¿verdad?
Sí, se titula El puzle interior y es un acercamiento a diferentes emociones y aspectos nuestros. Voy componiendo mi puzle y mediante la observación de otros puzles he hecho algunos descubrimientos en nuestra gran empresa interior. Pero sobre todo estoy intentando que sea muy ameno utilizando la narrativa, la segunda parte se compone sobre todo de relatos, en los que espero que cualquier persona se pueda ver reflejada.
– ¿Sientes que las personas estamos muy enredadas dentro de nuestro puzle? ¿Qué nos vendría bien para desenredarnos?
Sí parece que tenemos bastante enredado el puzle y más aún en la sociedad de hoy en día. La cuestión primordial para desenredarlo poco a poco pasa por ser conscientes de una cuenta pendiente que tenemos, y es la gestión de nuestras emociones, aquí hay un gran desconocimiento, las estrategias que solemos poner en marcha suelen ser las contrarias a las que se necesitan para esta gestión, es decir, se suelen rechazar las emociones en vez de conocerlas y aprender a trabajar en equipo con ellas. Y el rechazo de las emociones que consideramos negativas luego nos pasan la factura.
– Sí Lourdes, tú escribes mucho de esto, de que podemos dar la vuelta a esta creencia que niega determinadas emociones molestas y encontrarles una utilidad ¿Cómo se hace esto? ¿Puedes poner algún ejemplo?
Sí, voy a poner un ejemplo con una de las emociones más potentes y más rechazadas o con peor prensa, el enfado. Alguien hace algo que a mí me enfada, si no actúo en consonancia con lo que siento, expresando ese enfado acorde con la situación, entonces ese enfado se volverá contra mí como un boomerang. Es lo que se llama en psicología retroflexión. Por tanto el enfado sirve para decir y hacer lo que deseamos, respetándonos y concediéndonos nuestros derechos en primer lugar, así estaremos en disposición de negociar con los demás de una forma adecuada. En cambio, si tendemos a no utilizar el enfado para lo que sirve, rechazado y en la sombra se manifestará secuestrándonos como ya todos conocemos y de donde ha sacado su mala fama.
– Osea, que podemos tragarnos y reprimir nuestras emociones, permitir que estas nos secuestren, o aprender a gestionarlas adecuadamente. ¿Qué necesitamos para expresarlas de forma enriquecedora para mí y los demás?
Una forma de comenzar sería saber qué emociones no nos gustan, qué creencias y pensamientos tenemos sobre ellas, escuchar nuestras razones para rechazarlas, a partir de aquí estaremos más en condiciones de escuchar a la otra parte, las emociones, digamos que se establece un diálogo más fructífero y transformador. A partir de este diálogo interior será mucho más fácil el diálogo con los demás.
– ¿Qué partes de nosotros participan en este diálogo interior? ¿Alguna de ellas toma más protagonismo y ayuda a coordinar la totalidad que somos?
Participan tantos aspectos como se nos ocurran pero básicamente está el grupo de las emociones, los pensamientos y el cuerpo e instinto. En ocasiones algún aspecto toma demasiado protagonismo, por ejemplo, el miedo o la culpa, esto es porque los rechazamos, cada aspecto tiene su función y hay que dejar que la cumpla. Por otra parte hay voces que tienen más responsabilidad porque se encargan de coordinar, es el caso del que llamamos controlador. Sin embargo, no es el aspecto que más manda en nosotros, por encima o, más bien, en lo profundo de nosotros podemos encontrar más sabiduría que todo esto en el maestro interior.
– ¿Cómo nos ayuda el cuerpo y la relajación integrativa a armonizar nuestro interior?
La práctica de la relajación es una forma de entrenar la mente para ser más conscientes del cuerpo en primer lugar, es el vehículo conductor, el puente para acceder a estados profundos de serenidad y de bienestar, pero el cuerpo no sólo es un puente sino el lugar desde donde podemos tomar conciencia de lo que está haciendo nuestra mente, por ejemplo, las preocupaciones y tensiones se traducen en tensión muscular causando contracturas. Si yo llevo mi atención a ese lugar donde mantengo la tensión entonces podré abandonarla voluntariamente. Así con la misma técnica tenemos la oportunidad de cuidar el cuerpo y la mente. Por otra parte la práctica de la relajación nos brinda la oportunidad de ser más conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, y este es el gran tesoro, el que nos da la verdadera libertad, esa que sólo depende de nosotros y que consiste en no vernos muy atrapados en cuerpo, pensamientos y emociones, y poder elegir con más espacio la actitud con la que queremos vivir la vida. Esta práctica de la relajación conjuga las bondades de la totalidad de nuestra complejidad, y es por eso que la he llamado relajación integrativa.
– Me han encantado todas tus respuestas, y ahora quiero hacerte la última pregunta. Nos conocemos y hemos pasado ratos muy divertidos y creativos, y me gustaría que nos contaras como disfrutas compartiendo vida y alegría con las personas con las que te encuentras, tanto en lo presencial como a través de las redes e incluso en la televisión
Pues sí Nacho, hemos pasado momentos divertidos y creo que gracias a que hemos sacado ese niño que llevamos dentro, fresco y que se deja sorprender. Cuando éramos niños estábamos deseando enseñar nuestros nuevos juguetes, ahora estamos deseando compartir lo último que hemos descubierto sobre la vida y deseando escuchar lo último que la otra persona ha descubierto también, por tanto, yo disfruto compartiendo vida y alegría sintiéndome como una niña y viendo a la otra persona también como un niño o una niña. La comunicación por internet tiene también su gracia, de hecho es un juego fascinante con muchas posibilidades, descubro a muchas personas muy interesantes de las que aprender y con las que reírme, aunque estén lejos físicamente. Y en televisión pues la verdad es que las poquitas veces que he estado me lo he pasado muy bien, era todo nuevo y los nervios lo hacían más emocionante, sobre todo, cuando el presentador es tan divertido como Pedro Laguna de la Televisión de Asturias (TPA), cuando quiso que le guiara una pequeña relajación como muestra en el programa, yo no podía de la risa por su forma de jugar y preguntar en ese momento, casi me entraban ganas de hacer un programa de humor, que también relaja mucho.
– Muchas gracias por tus respuestas. ¡Un abrazo y hasta otra!
Gracias a ti Nacho por esta entrevista, espero que en alguien hayamos despertado la pasión por descubrir más cosas en su puzle interior. ¡Un abrazo!
