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La coexistencia de la libertad y los condicionamientos

Vivimos simultaneamente en una cárcel de condicionamientos y en libertad

El mundo no es el paraíso que a veces idealizamos, ni falta hace que lo sea. Nosotros no somos tan libres como tal vez creamos que somos, y como seres humanos jamás nos libraremos de todos nuestros condicionamientos. La muerte existe y nos lleva a todos. Y además estamos locos deseando cosas que nunca alcanzaremos.

Tal vez mis palabras suenen duras y pesimistas para algunos, pero si queremos ganar en grados de libertad interior, primero conviene que reconozcamos que estamos atrapados y limitados en todo tipo de automáticos inconscientes y en infinidad de condicionamientos familiares y sociales.

Pues si, somos como autómatas repitiendo programas, en una cárcel de sinsentido, buscando desesperadamente cambiar y librarnos de todas nuestras cargas. Pero nos cuesta soltar tantos ideales y creencias limitantes, que se pegan a nuestra piel como la brea, pringando todos nuestros actos y todos nuestros anhelos genuinos.

Es duro reconocer que somos presidiarios en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en nuestras culturas. Es doloroso. Pero necesitamos ver lo que nos pasa para poder cambiar, poco a poco. La transformación es posible, la liberación ocurre, pero no de la forma en que idealizamos.

Lo que podemos cambiar y lo que no podemos cambiar

A veces pensamos que si algo bueno o malo nos pasa, es porque lo hemos elegido así. Pero normalmente no tenemos tanto poder y menos desde nuestra mente limitada. Hay infinidad de cosas que sencillamente no podemos elegir cambiar ahora y tal vez nunca. No podemos forzar el cambio, y menos desde el rechazo, la aversión o el deseo obsesivo. Nuestro inconsciente tiene tanto poder, que guía gran parte de nuestros actos cotidianos.

Y a pesar de todos estos condicionamientos, si que podemos elegir, a veces, algunas de estas actitudes y voluntades que poco a poco nos transforman. Podemos ir ganando en grados de libertad, como muchísimos seres humanos vamos comprobando a diario. Y lo vamos logrando a través de un diálogo, con frecuencia confuso, entre las fuerzas que nos controlan y las fuerzas que nos expanden hacia el cambio.

El amor, el gozo y la libertad existen en presente, aunque desde nuestros automáticos diarios se nos escabulle de nuestra conciencia. Casi todos hemos sentido estos estados de plenitud en algún momento de nuestra vida, por eso deseamos volver a esos instantes.

La coexistencia de la libertad y de la cárcel

Puede ocurrir que un día nos encontremos así, con el corazón abierto y libre. Sin sentir los condicionamientos de la vida. Tal vez haya algo externo que lo catalice, como un taller de psicoterapia o un retiro espiritual, o simplemente este estado aparece de improviso. Nos sentimos expandidos. Podemos caer en la trampa de apegarnos a este estado y querer que dure más tiempo. Pero todo lo que sube… baja.

Otro día podemos encontrarnos súper atrapados en nuestro automático, luchando contra todo y con la angustia de haber perdido el sentido. Es normal que ocurra así, ya que somos bestias a la vez que dioses. Y aquí caemos también en la trampa de huir de estos estados con aversión, deseando volver a la libertad y plenitud perdida y rechazando toda nuestra experiencia de malestar.

Y así podemos pasarnos tiempo en estos ciclos interminables de apego a la libertad y rechazo a nuestras cárceles de condicionamientos. Y la rueda sigue girando, hasta que poco a poco podamos abrirnos a la coexistencia de ambas realidades en nosotros.

El dolor de sentirse como un automático atrapado puede coexistir con la plenitud de ser libre. Parece un contrasentido, pero esta es la realidad cotidiana de las personas sabias. Reconocer nuestra sombra condicionada y a la vez abrirnos como una hermosa flor hacia lo divino en nosotros. Es como expresaba el otro día en el post: contemplar el control automático con amor, el arte de vivir plenamente vulnerable, acogiendo con cariño nuestro sufrimiento y abriéndonos con dolor y dudas hacia la plenitud.

¿Qué te generan estas palabras experienciales en ti, te liberan, te causan rechazo,…? ¿Qué ideales sobre la vida sientes que vas soltando? Espero que compartas tus comentarios para seguir aprendiendo juntos.

Licencia de la Imagen: CC-BY-NC-ND, por  Tonymadrid en flickr.

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2 comentarios en “La coexistencia de la libertad y los condicionamientos”

  1. En mi generan un sentimiento de ternura, me reconozco plenamente en esa coexistencia de libertad y de cárcel y me impulsan a seguir buscando la conciliación entre las dos fuerzas hasta aceptarlas plenamente, en la seguridad que eso también me ayudará a comprender y a respetar en cada ser humano su existencia

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