Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en pinterest
Compartir en email

Descubre y sana al animador exigente dentro de ti

El animador exigente

Con frecuencia nos presionamos y exigimos a nosotros mismos sin darnos cuenta, a través de la voz que yo denomino “el animador exigente” (o también motivador exigente). Un aspecto interno que con la excusa de ayudarnos a avanzar, nos tensa en exceso, llegando a sabotear muchos aspectos de la vida.

Es importante conocer a nuestro animador exigente. Descubrir como actúa en nosotros. Ya que aunque no tome el aspecto de un juez exigente, un culpabilizador cruel o un perfeccionista infinito, sus tácticas sutiles y en la sombras nos pueden hacer mucho daño. Sobre todo si no sabemos lo que nos está pasando. Y sin duda afecta también a nuestra autoestima.

El siguiente diálogo interno puede ayudarnos a sentir y entender como funciona en nosotros esta voz y el ideal de perfección que esconde. Espero que tu reconocimiento del motivador exigente te ayude a relajarlo y también a quererlo como es:

Diálogo de voces con el animador exigente

—¡Adelante! ¡Tú puedes escribir un gran texto en este momento! ¡Animo!

—Es verdad, aunque en este rato no estoy inspirado. En la última hora voy dando vueltas a ideas sin acabar de centrarme.

—No pongas excusas ¡Tú eres realmente bueno en esto!

—Sin duda que lo soy. Aquí estoy delante del papel sintiéndome y sintiendo lo que tengo ganas de escribir.

—No hace falta tanta duda ¡Ahora es el momento!

—Estoy releyendo cosas y probando ideas y frases. El nacimiento de la creatividad muchas veces lleva su proceso. Y he descubierto que a veces no llega cuando yo deseo.

—¡Despierta al genio que vive en ti! ¡No esperes más!

—Paciencia querida mente mia…

—¡Es que yo te he visto en momentos realmente grandiosos!

—Jajaja ¡Hola! Ahora te reconozco ¡Eres mi querido “animador exigente”! Esta voz que me empuja con todo su positivismo a ser “perfecto”

—Pues si, soy tu animador interno y me encanta motivarte.

—Te doy gracias por tu apoyo constante. Aunque te reconozco que me haces mucho daño.

—¡Qué dices! Yo soy una voz interna muy positiva, que solo trato de ayudarte. ¡Saca toda esta ingratitud de dentro de ti!

—Si, te entiendo, pero comprende que junto a tu positivismo estas llena de exigencias.

—Lo positivo es siempre bueno para ti

—Te engañas. Y siento que tratas de lograr en mi un ideal de perfección que no es real. Me empujas a ser lo que no soy.

—¡Lo hago por tu bien! ¡Hay tanto que puedes lograr si te centras!

—Uffff. Me generas mucha ansiedad. No sé si lo notas. En este momento no puedo escribir tranquilo, ya que primero “debería” centrarme y colocarme en tu ideal de escritor genial.

—¡Fuera ansiedad! ¡Fuera miedos! ¡Saca el león que habita en ti!

—Me estoy atragantando con tantas frases de autoayuda…

—¡Oye! Soy feliz repitiéndote una y otra vez estas pautas para lograr el éxito en la vida

—Querrás decir consignas para hundirnos en el lodo… ¡Vete a la mierda de una puñetera vez!

—No pierdas los estribos ¡Siempre positivo, nunca negativo!

—Pues hace un rato estaba tranquilo, trabajando con calma, pero poco a poco me he ido cabreando. Te siento como un disco rayado… exigiéndome y empujándome. Menos mal que te reconozco y te veo, sino sería una locura. Y la verdad es que he pasado muchos años sin ver que estabas dentro de mi. ¿Qué quieres de verdad?

—Yo solo quiero ayudarte… y me extraña tanto que me veas como una voz inadecuada para ti… con todo lo que yo te doy…

—Me doy cuenta que solo quieres ayudarme. Tienes mucho impulso. Y veo que siempre estarás aquí dándolo todo como animador exigente. Ahora comprendo que luchar contra ti no sirve de nada. Te digo, creo que puedes ayudarme más si consigues motivarme e impulsarme en lo que realmente es importante para mi.

—Pensé que lo estaba haciendo ya… pero bueno, confió en ti ¡Adelante! Cuéntame…

—Puedes animarme con todas tus ganas para que viva y acoja con amor la realidad que estoy viviendo. Recordarme el gusto de quererme a mi mismo y aceptar lo que la vida me trae en cada instante.

—Eso esta hecho ¡Tu puedes!

—Y cuando no podamos será genial también descubrirlo juntos ¡Gracias mi estimado animador exigente!

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en pinterest
Compartir en email

4 comentarios en “Descubre y sana al animador exigente dentro de ti”

  1. Si te sirve de algo Nacho, a mí me llega SIEMPRE todo lo que escribes. Tal vez seas demasiado exigente.
    ¿Sabes una cosa? Utilizo en mis cursos una frase que escribiste (y te cito): “voy a relajarme de mi propia importancia”. Me parece genial y aplicable a la gente que es muy exigente e hiper-responsable.
    Al final, aunque de otra manera, parece que esta frase está implícita en el texto. Un abrazote.

    1. Gracias Dori 🙂 Sin duda soy exigente conmigo mismo, y si, esto tiene que ver con este código de perfección y esta sensación de importancia personal con respecto a un ideal de “como debería ser”. Gracias por recordarme la frase-insight de soltar, relajar mi propia importancia personal. Y por usarla en tus reveladores cursos. Sentir mi fijación personal con todo amor disolviéndolas en un abrazo 😉 Desde este amor profundo que Soy e InterSomos en Esencia.

      Soy/somos en la exigencia que se disuelve en este Abrazo que es nuestra autentica identidad.

      Gracias por tu sinceridad y honestidad. Por darme tu mirada cariñosa que siento que acoge mi propia sombra… señalándome lo que a mi me cuesta más ver. Un abrazo muy grande!!

  2. Gracias Ignacio…me sirve mucho; veo que estoy en el proceso de identificarlo, o sea, reconocerlo cómo parte mía que hay que acceptar para transformar…
    Muy real el relato, abrazos des de Girona

    1. Hola Sònia! Me alegro que te sirva este relato de “motivación exigente”. Como casi todo lo que escribo sale de mis propias carnes… y me ayuda reconocerlo con cariño.

      Somos seres muy curiosos y llenos de tácticas internas de lo más peculiares. Y me sale algo de humor al escribir esto, ya que me da como un golpe de relajación al reconocerme en estas voces internas… como siento que te pasa a ti también.

      Un abrazo muy muy grande desde el Centro InterSer (con “música” de fondo de clase de yoga :D)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Con mucho gusto te informamos que el responsable de tratar con cariño y transparencia la información que nos mandas es el Centro InterSer de Palencia, siendo la finalidad el poder ponernos en contacto y dialogar contigo en relación al Proyecto InterSer. Es por tanto tu legitimación y aceptación de la política de privacidad lo que nos da tu consentimiento para usar tus datos solo con estos fines de comunicación. Te contamos además que tus comentarios los alojamos y gestionamos con ayuda de WordPress. Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación o suprimir tus datos en interser@interserediciones.com. Para más información lee nuestra política de privacidad. Gracias 🙂

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continuas navegando estas dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pincha el enlace anterior para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Ir arriba