Hoy os dejo con esta historia breve de la serie El final del escape y que titulo El cabreo con el maestro espiritual. Un relato psicológico sobre el conformismo en los grupos, los ideales que nos encarcelan, los roles enfermizos, las emociones no reconocidas, y también sobre como los conflictos interpersonales nos traen aprendizajes que nos cambian la vida. Para leer y sentir desde diversos ángulos, imaginándote ser cualquiera de los personajes: el guru, el discípulo, los otros acólitos o el personal del hospital.
Relato: El cabreo con el maestro espiritual
Nadie lo esperaba. Los pillo por sorpresa en un grupo tan espiritual que levantar la voz era considerado un sacrilegio. Los gritos rabiosos se oían desde fuera de la sala de meditación. El maestro había intentado mantener la ecuanimidad por unos minutos, hasta que él también se puso a vociferar sacando todo tipo de sapos y culebras por la boca.
Era el discípulo más antiguo. Normalmente callado y servicial. Hasta este soleado día en que toda su represión y conformismo salto por los aíres, junto con sus rancios roles de víctima impotente y de guía salvador.
El grupo continuó funcionando durante unos meses, hasta que poco a poco se fue disolviendo. Ninguno de los acólitos sentía ya esas chispitas de asombro y veneración del principio. Las cosas no eran tan maravillosas como ellos habían idealizado. Unos se dieron a la bebida o entraron en una profunda depresión. Otros buscaron desesperadamente un nuevo grupo espiritual. Pero en el fondo, muchos sintieron una gran liberación.
Al principio no se reconocieron. Habían pasado más de 30 años de aquello. El viejo maestro apretó suavemente la mano de su antiguo discípulo, mirándolo a los ojos y mostrándole todo su agradecimiento. Este le respondió con una sonrisa inmensamente tierna. Sobraban las palabras y los roles. La humanidad de sendas vidas se celebraba en aquella habitación compartidas de cuidados paliativos del hospital.
Espero tus comentarios sobre lo que este relato te haya sugerido. Que tengas un feliz día 🙂
Credito de la imagen: Is it God in Me? por Gabriel S. Delgado C. con licencia CC-BY
La verdad es que ha estado bien bueno tu relato. Saludos
Gracias Gonzalo! Me alegro que te llegara el relato 🙂