Soy una persona que tiende a vivir con esfuerzo, y me doy cuenta de que este sobreesfuerzo lo pongo yo. Muchas cosas me parecen difíciles, comprometidas y peligrosas. Y me pongo a la defensiva. Desde está actitud tiendo a escribir posts como el de la semana pasada, en donde el foco esta en aprender de las dificultades de la vida. Y si, esta es una posibilidad, ver las dificultades y vivir buscando, luchando y enfocado en lo que debo mejorar. Y también esta la opción que me propone mi novia: “Vivir jugando al juego de la vida con honestidad”. Estas fueron sus palabras y su sugerencia para el título del artículo y para explorar junto con vosotros.
Aprender del regalo de la vida
En esta 2ª opción el foco no está en la dificultad de la existencia, sino en la sencillez, la fluidez y la alegría del juego de la vida. Un juego en el que con honestidad sabemos que a veces las cosas no salen como esperamos. Y no pasa nada. Es un juego, es un reto, es una oportunidad constante de amar y aprender.
Como me escribía Antonia Arevalo el otro día en twitter y también en un comentario al post anterior:
@nachusgalaicus la Vida es un regalo Nacho, somos nosotros quienes la complicamos pic.twitter.com/NBU3CzufoG
— Antonia (@AntoniaAreval) noviembre 18, 2015
«La Vida es un regalo»
«La Vida nunca nos abandona»
«Vivir jugando (y derrapando) en el juego de la vida»
¡Todo un manifiesto de vida! Palabras las anteriores llenas de significados y de relajación para mi cuerpo, para mis emociones, y sobre todo para mi mente.
Pasamos del “ganar el pan con el sudor de tu frente”… a ser “lirios del campo” simplemente creciendo y siendo.
«La dicha no se encuentra con esfuerzo y voluntad sino con tranquilidad y con abandono. No te inquietes, no hay nada que hacer» (…) «Deja que el juego se juegue solo: elevarse y recaer. Sin cambiar nada, todo se desvanece y comienza de nuevo sin cesar. La búsqueda de la dicha es lo que nos impide verlo. Es como un arco iris que se persigue y nunca se atrapa»
Extracto del poema como un arcoíris, del Lama Gendun Rinpoche.
Tu hermoso juego de la vida
¡Empieza el juego!… Bueno, en realidad el juego de la vida lo estas jugando desde siempre, pero dentro de este gran juego una parte de ti cree que esta vida es muy, pero que muy seria, y que los demás jugadores son peligrosos y están fuera de tu propia vida particular.
Es como jugar al juego del escondite contigo mismo. Estar dentro de un hermoso y divertido juego… y creerte que estas haciendo algo tan serio e importante que te va la vida en ello.
Me acordaba ahora del post que escribí sobre productividad y el relajar la importancia personal. Donde acababa proponiéndote una dinámica para cantar, bailar y reírte de tu propia seriedad, esfuerzo y exceso de ego.
Y en este juego de la vida que todos estamos jugando, vale la pena ser honestos y reconocer que muchas veces nos perdemos en esta seriedad. Funcionamos como máquinas que repiten patrones de conducta. Pasos siempre iguales que nos hacen perder mucho tiempo y oportunidades. Es nuestro modo dificultad activado. Pero eso si, tampoco nos juzguemos por no saber entregarnos al juego de la vida. Esto también es parte del gran juego. Para aprender a jugar solo hay que lanzarse al tablero y empezar a mover nuestras propias fichas.
Descansa en la realidad de que ahora estas jugando así. Descansa y suelta la exigencia de querer jugar a otro juego, y de ser otros personajes en el juego de la vida. El caso es que aquí y ahora esto es lo que hay. ¡Es tu Vida! ¡Y es fantástico!
¡¡La simple experiencia de que estés viviendo es un gran regalo!!
Y en este juego siente con honestidad tus locuras diarias para ver lo que hay detrás de ellas, para abrirte al amor por el juego y por la vida. Decide soltar tus ideales y tus etiquetas sobre el juego. Decide descansar en la vulnerabilidad del juego. Descansa en el no saber hacia donde va tu juego de la vida. Y abandónate a lo que el juego de tu existencia particular quiera durar… algo que está fuera de tu alcance controlar.
Esto es el juego de la vida. Simplemente empieza sintiendo ¿Dónde pones el foco en tu día a día? ¿En el esfuerzo ante la dificultad que lo llena todo o en el gran regalo que es estar viviendo aquí y ahora?
Créditos de las imágenes: Luis Hernandez (licencia CC-BY) y Jason Jenkins (licencia CC-BY-SA)
Nacho amigo,
Gracias por recordarnos que vivir es jugar. Jugar es aprender y disfrutar. Jugamos en presente de presente. Sin las expectativas de los resultados futuros. Sin los temores de otros juegos pasados. Aquí y ahora, todo es posibilidad, aventura, riesgo, CONFIANZA.
Elijo jugar el juego de la vida, con la conciencia que se va expandiendo en la práctica diaria de jugar cada jornada como la prueba única e irrepetible. Elijo jugármela toda cada día, con pasión, ilusión y humildad para estar concentrada y con atención plena en el juego.
Elijo disfrutar y gozar porque puedo y quiero jugar.
Hola Marijose! Que gusto leerte y sentirte jugando. Como fuerzas libres y vacías del juego de la Vida. Abrazos!!!