Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en pinterest
Compartir en email

¿Cómo crear enemigos internos y complicarse la vida?

Grafiti policia y manifestantes

Es muy fácil crear enemigos internos y con ello hacer de nuestra vida una autentica locura. En mi caso, hubo un tiempo en que me sentía rodeado de enemigos. Era un tiempo en el que necesité sacar fuera mi frustración y culpar a otras personas de mi dolor, de mi rigidez y de mi soledad. Fue un tiempo de escape y rabia externa, por no saber como manejar mi propio conflicto interno.

Durante estos años de juventud, creé enemigos en muchas partes. En mi propio piso de estudiantes, entre los compañeros de trabajo y en mi propia familia. También, en otra escala, no soportaba a determinados políticos y personajes públicos. Era mirarlos por televisión y sentir este asco tan visceral y emocional. Mientras en mi mente los veía como si ellos fueran la causa de todos mis males…

La táctica infantil del verdugo

Ahora comprendo que fue lo que supe hacer como principiante en esto que es vivir. Aunque sé que causaba daño a otros y a mi mismo. Y a veces me descubro usando esta táctica interna de verdugo, aunque con conciencia de lo que esta pasando. Es algo natural y muy humano, que cumple una función psicológica y emocional durante un tiempo. Es muy común en la infancia y adolescencia, aunque podemos quedar atrapados en este autoengaño incluso toda una vida.

Recuerdo con dolor cuando estudiaba mi master. Yo quería ser reconocido dentro del grupo por el valor de mis aportaciones. Tenía cosas que compartir, pero me sentía indigno e impotente para aportar riqueza. Mi frustración interna, no del todo reconocida, me llevo a culpar a otros de mi problema y a crearme dentro de mi supuestos enemigos. Posiblemente mis compañeros no tuvieran nada contra mí. Pero desde mi percepción distorsionada, creaba en ellos figuras amenazantes que me atenazaban y contra los que luchaba. Y lo hacia a la manera de las víctimas sin autoestima: dando pena y buscando aliados que reconocieran mi valor y mi sufrimiento.

Crear enemigos y analfabetismo emocional

Falta de autoestima y crear enemigosMirándolo con distancia reconozco que este compulsivo crear enemigos fue una locura. Algo que nos afecta a muchos y que es parte de nuestro analfabetismo emocional. Un desconocimiento de nuestras voces emocionales y con ello una falta de regulación y autonomía emocional.

He ido viendo que proyectaba en mis compañeros mi propio deseo de triunfar. Me costaba permitirme vivir plenamente mis capacidades y mi éxito. Y esto lo vivía así como una parte mí complejidad interna. Con voces que me impulsan a triunfar y otras que dicen que el éxito es potencialmente malo.

Y el problema no son estas voces en lucha. El auténtico problema es la falta de responsabilidad con nuestras propias emociones. El no asumir que esta emoción es mía y desde aquí trabajar por mi propio bienestar.

De mi guerra interna a la guerra externa

Todo esto forma parte de mi necesaria guerra psicológica. Una lucha que me ayuda – aunque con dolor – a ir poco a poco aprendiendo mis capacidades y resolviendo mis conflictos emocionales. Porque de mis infiernos internos suelo salir fortalecido, cuando estoy presente en lo que esta pasando. Pero en muchos casos no puedo soportar la experiencia (y la idea) de estar en guerra y de tener defectos. Entonces me escapo del dolor y me autoconvenzo de que todo esta bien en mí, y que el problema es de otros. Entonces suelo externalizar mi guerra personal y la pongo fuera de mí, en mi entorno y en el mundo.

Una cosa que me sorprende, es que mi visión del mundo ha cambiado mucho en los últimos 15 años. Antes para mí había dos mundos: la gente buena que aportaba y la gente dañina de la que mejor alejarse. Ahora no siento que nadie sea intrínsecamente malo. Ni que el mundo (o mi entorno) este cada vez peor por culpa de enemigos concretos. Simplemente veo que hay comportamientos tóxicos relacionados con nuestros conflictos internos. Y que todos somos parte responsable de lo que nos ocurre globalmente. De tal manera, estas luchas internas y externas son parte necesaria de nuestros procesos evolutivos como personas y sociedades.

Clarificar mis conflictos y no sacarlos fuera

Yo no puedo cambiar a nadie por dentro, aunque puedo aportar inspiraciones que ayuden a que ellos mismos cambien. Tampoco puedo salvar al mundo. Lo que si puedo hacer es intentar no estorbar y machacar a otros, y procurar clarificar y aprovechar mis conflictos internos para vivir mejor y aportar cosas bellas a los demás.

El procurar no dañar a nadie, culpándolos y marginándolos como mis enemigos, es un paso importante. El reconocer que lo que me molesta de otros tiene mucho que ver con lo que me molesta internamente, es otro paso clave. El objetivo deseado es el poder mirar la realidad tal como es, sin un exceso de distorsión por parte de mis prejuicios y conflictos. Por tanto, es adecuado que me cuestione mi visión de las cosas y permitir que esta se manifieste como lo que es, una mirada subjetiva y muy cambiante. Y en base a esto, puedo preguntarme con frecuencia ¿realmente este político o esta persona es mi enemiga?

Te contagio mi enemigo…

Además es importante tener en cuenta que crear enemigos internos es una practica sumamente contagiosa. Con frecuencia nos juntamos en grupos a criticar o indignarnos contra enemigos colectivos, y luego los seguimos linchando por las poderosas redes sociales. Los culpamos de todo tipo de males, y es frecuente que distorsionemos la realidad inventando problemas que no son tanto. Y en este inventar enemigos, nos alejamos de los auténticos retos y de las genuinas acciones que podemos emprender para apoyar a las personas que necesitan cambiar. Ya que en muchos casos, nuestros líderes públicos necesitan de nuestros apoyos y empujones para ayudarlos a transformarse y adaptarse a los nuevos retos complejos que nos aquejan.

¿Cómo ves tú este tema de crear enemigos internos? La verdad es que es un asunto lleno de matices, pero donde experiencias de otros nos pueden ayudar a vernos y cambiar. Por eso me he animado a compartir parte de la mía. Hay muchas otras aproximaciones posibles al tema, desde vivencias muy diferentes. Me viene ahora la metáfora de los pecados capitales como emociones que generan diversas formas de enemigos. Por ejemplo, la ira, la envidia, la lujuria o el orgullo, generarían distintas pautas de enemistad y separación.

La falta de autoestima se proyecta hacia fuera en forma de enemigos

Y acabando con otra anécdota de juventud, recuerdo que con amores no correspondidos tendía a generar envidia y celos hacia las personas que competían por el cariño que tanto deseaba recibir. Aunque en el fondo el problema no era externo a mí, sino era el conflicto interno de no ser capaz de amarme a mí mismo y desde allí amar profundamente a la otra persona. El ser correspondido se me presenta ahora como algo secundario, ya que lo sano es permitir que la otra persona elija libremente a quien quiere amar, sin estar sujeta a mis manipulaciones.

Aquí dejo este espinoso y doloroso asunto, aunque me siguen viniendo recuerdos y sensaciones sobre todo este arte subconsciente de crear enemigos a nuestro alrededor. Tal vez podamos seguir dialogando en comentarios…

Crédito de la imagen: Lanpernas 2.0

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en pinterest
Compartir en email

14 comentarios en “¿Cómo crear enemigos internos y complicarse la vida?”

  1. Vaya Nacho. Una pasada esta entrada, me ha encantado, qué bien descrito. Eso no es que nos pase a muchos, yo tengo la certeza de que en mayor o menor medida nos pasa a todos, y aunque avancemos, seguro que encontramos más donde trabajrnos, más rincones de nosotros ocultos. Descubrir todo esto es algo realmente revelador, hace que el mundo lo veamos de otra manera. A mí igualmente me pasó de forma más intensa durante años, sobre todo en la juventud, aunque en mi caso con gran tendencia a disculpar afuera y culpar adentro, con lo cual, era como comerme a mí misma. Seguro que esto también nos pasa a todos en alguna medida, aunque pueda hacer tendencias más marcadas.

    Pero también construía enemigos fuera cuando estaban dentro de mí. Lo maravilloso es no quedarse ahí para siempre y poder hacer una mirada retrospectiva con más amplitud y entonces aprender las mejores lecciones.

    Muchas gracias Nacho por tu post! ojalá más personas se animaran a comentar.

  2. Gracias Lourdes. Pues es un alivio que nos pase a todos, pues en una fase de mi vida me culpe mucho por crear mis enemigos… e incluso en mi misma familia! Pase de ser inconsciente de mis automatismos de crear enemigos, a verme, y eso al principio me costaba soportarlo. Luego creo que fui aprendiendo a aceptar que puedo ser “malo” y que realmente tengo odio dentro y no pasa nada. Si, es bonito revisar la historia personal y descubrir las locuras que nos acompañan… y abrazarlas con todo el amor que también habita en nuestros corazones…

  3. Mariluz López

    Gracias Nacho por esta entrada tan clara, me ha encantado, me siento identificada con estas guerras internas, supongo que nos pasa a todos eso de echar “balones fuera” y eximirnos de nuestra responsabilidad, creyendo que el mundo está mal, nuestro vecino está mal o el político de turno está mal, que sólo nosotros o nuestras ideas son las adecuadas para solucionar el problema…
    Personalmente ( he sido rebelde desde que recuerdo) todo mi enfado salía descontrolado a intentar arreglar las cosas que yo creía que estaban mal (en el exterior), así que estaba en guerra constante con el mundo sin darme cuenta de que la guerra se desarrollaba dentro de mi…
    Solamente desde que estoy aprendiendo a pararme , observar y reconocer esta lucha interna, aceptarla sabiendo que forma parte de mi y que me señala constantemente mi propio camino de transformación y cambio, solamente desde ahí, puedo mirar al mundo y sentir que esta guerra interna no es tan diferente ni está tan separada , y así sentir mi propia responsabilidad y además, mi propio poder en cualquier cambio

    1. Gracias Mariluz por tu significativa respuesta y por ayudarme tanto a vivenciar todo esto a través de mis carnes y las tuyas. Aprendemos viéndonos, y para mi ha sido sorprendente ver como tu rebeldía va transformándose en fuerza interior, compromiso, amor y otras cosas…

      La verdad es que cuando te llega la inspiración y te pones a escribir o comunicar lo haces con mucho sentido y me llega mucho. Besos!!

  4. Muy buenas Nacho soy Luis de Garrapete, yo también he vivido todo lo que cuentas en tu artículo y como el tiempo y la edad te hace ver las cosas de otra forma, pienso que es un trabajo de conciencia que realizamos las personas, cuando somos sinceros con nosotrs nos damos cuenta que los problemas estan dentro de nosotrs, si hace 15 años me dicen que mi forma de sentirme conmigo iba a cambiar tanto alucinaría. Un abrazote y felicitaciones por tu artículo

    1. Gracias Luis por tus sinceras palabras desde donde te sientes ahora. La verdad es que este nuevo sentir nuestro es algo subjetivo ¿verdad?, tal vez escurridizo de ver, pero con ejemplos así nos damos cuenta de lo alucinante y real del cambio personal. El tiempo. El que antes era mi enemigo, luego llego a ser uno de mis mejores amigos… Es como si al que antes no pudiéramos reconocer y abrazar, luego lo podemos acoger.
      Y en esto Luis ¿A ti también te ha ayudado el teatro y el ponerse en la piel de personajes?

  5. Hola Nacho, es curioso darse cuenta de que tienes un problema, buscar por internet, y encontrar alguien que te cuente exactamente lo que te está pasando durante tanto tiempo. Para mí es duro porque lo acabo de descubrir.

    Al principio pensaba incluso que no valía para trabajar, siempre acababa fuera de los sitios tarde o temprano porque me rodeaba siempre de “supuestos” enemigos, con el tiempo me he dado cuenta que aunque fuera el que más trabajaba en la empresa incluso encantándome el trabajo, me pasa lo mismo.

    También, recapacitando ahora me doy cuenta que veo enemigos en gente de mi alrededor que alomejor no lo son tanto. Es más, cuando realmente hay alguien malo,(que los hay) tengo tendencia a ser el primero en arremeter y enemistarme rápidamente con él, mientras el resto de los mortales simplemente actúan y al final pasan sin meterse en líos, son muchísimo más inteligentes que yo.

    Básicamente utilizo a mis enemigos para tener una excusa con la que poder salir de situaciones que no me gustan, lógicamente los enemigos que me creo son los que al final me hacen estar en una situación incómoda, con lo que la historia se acaba repitiendo.

    Es duro darse cuenta con 40 años que has estado equivocado toda tu vida.

    Muchas gracias y un saludo.

    1. Hola David.

      Muchas gracias por compartir tu vivencia y tu dolor de darte cuenta de esto, y de como se repiten las historias. Así es. Es algo que nos pasa a muchos. Nos sentimos mal por dentro por cosas nuestras, y como nos cuesta soportarlo lo proyectamos en otros como si el problema viniera de ellos. Queremos escapar del conflicto interno y para ello lo llevamos fuera para poder manejarlo y juzgar a otros. Pero en realidad nos juzgamos a nosotros mismos. El enemigo es interno. La guerra es interna. ¡Una parte de mi mismo es la enemiga! Lo que rechazo de otros es en realidad mi propio enemigo que no quiero aceptar… porque duele, porque me lleva a la locura de mi mismo.

      Es duro todo esto que digo, pero fue mi proceso de aprendizaje. Reconocer que me peleo conmigo mismo. Hacer evidente mi guerra interna… para luego ir sanándola. ¿Cómo sanar la enemistad interna? ¿Cómo reconciliar a mi voz prepotente y exigente con mi voz débil e impotente? Es algo que lleva su tiempo, pero requiere ir despertando el cariño interno, esta voz mediadora que acoge todo lo que somos, incluyendo nuestro prepotente y nuestra debilidad. Y todo es para bien, para liberarnos de tantas ataduras internas que luego se expresan fuera. Es duro, pero sin esta toma de conciencia no hubiera sido capaz de volver a abrazar a mi madre (tras años viéndola como enemiga).

      Cuando volví a ser capaz de abrazarme a mi mismo, de quererme, de aceptar mis limitaciones, mi debilidad, mi miedo, mis dudas, y también mi gran valor… solo entonces, puede por fin volver a abrazar a mi madre y a estas personas que etiquete equivocadamente de enemigos.

      ¡Un abrazo grande David! Deseo que sigas abriéndote como lo has hecho con este comentario. Es muy valiente este reconocimiento. Me alegre mucho de leerte y sentirte como alma hermana.

      1. Gracias por responder antes de nada.

        Cuando ves algo tan claramente de repente es duro, ahora es como si todo fuera diferente, mi mente está en un estado de relajación dolorosa, algo así como si te dan un masaje y te quitan contracturas, duele, pero te relaja. Ya no necesito más enemigos, ni amigos para que confirmen mi teoría, ahora todo es normal.

        Es curioso analizar fríamente tantos años con esta actitud, mi comportamiento es exactamente como has descrito en el artículo, en mi caso, añado además una especie de necesidad de pasarlo mal, de autoamargamiento, la mayoría de las veces sin venir a cuento, pagándolo con los de mi alrededor.

        Lo bueno es que nunca es tarde para cambiar y darse cuenta, ahora me voy a dedicar a disfrutar de lo que tengo que es mucho, sobre todo 2 hijos que son una maravilla…

        Muchas gracias por tu tiempo y un saludo.

        1. Me alegro mucho de tu estado de relajación dolorosa. Describe bien lo que yo también experimento con frecuencia al darme cuenta de mis funcionamientos “automáticos”. Duele, pero esto nos abre a lo realmente importante, que en el fondo es estar con nosotros mismos y con las personas que queremos.

          Siento que pasas de crear enemigos a descubrir a tus auténticos amores. Otro abrazo David!

  6. Muy interesante este tema sobre todo el auto descubrir ese yo interno y poder dialogar mentalmente con el y descubrir que somos habitantes en una casa llamado cuerpo y que ha veces no le damos el justo valor que tiene, por nuestras falta de conocimiento muchas veces la contaminamos con nuestras acciones, haciendo de que nuestra existencia este llena de carencias .que importante es saber que existen técnicas para poder entrar en nuestro pequeño universo y poder asumir responsable mente que somos los causantes de nuestra mala convivencia con nosotros mismos y que todo eso se refleja en nuestro exterior de la misma forma que internamente. me gustaría poder tener el curso de los cuatro niveles de la autoestima y como puedes subir por ellos ,mi admiración y mi respeto y gratitud por los conocimientos aportados por usted infinitamente gracias .

    1. Siento la tardanza en contestar Doris. Me llega mucho todo lo que escribes, esta comprensión que haces de tu/nuestro mundo interior, y como convivir y responsabilizarnos de todas estas voces. El taller de autoestima profunda es un buen camino para esto que señalas de dar pasos en estos niveles de cariño y responsabilidad hacia uno mismo.
      Un abrazo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Con mucho gusto te informamos que el responsable de tratar con cariño y transparencia la información que nos mandas es el Centro InterSer de Palencia, siendo la finalidad el poder ponernos en contacto y dialogar contigo en relación al Proyecto InterSer. Es por tanto tu legitimación y aceptación de la política de privacidad lo que nos da tu consentimiento para usar tus datos solo con estos fines de comunicación. Te contamos además que tus comentarios los alojamos y gestionamos con ayuda de WordPress. Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación o suprimir tus datos en interser@interserediciones.com. Para más información lee nuestra política de privacidad. Gracias 🙂

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continuas navegando estas dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pincha el enlace anterior para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Ir arriba