Empiezo a comprender que el sentido de mi vida tiene que ver con la conexión en todas sus formas, matices y manifestaciones; ya sea presencial, digital, intima, colectiva, mundana, transcendente, etc.
1) Conexión interpersonal y conexión esencial
Recuerdo de mis días de universidad, cuando estudiaba ingeniería forestal, el momento de volver de uno de los viajes de practicas. Fue un instante muy especial, pleno de conexión esencial para mí. Tras unos días maravillosos de ver y experimentar tantas cosas que me apasionaban de la naturaleza y su aprovechamiento humano, y tras compartir tantas vivencias con mis compañeros de estudios, con mucho cariño, amistad y una complicidad desbordante. De pronto me encontraba solo, andando desde donde nos dejaba el autobús hasta mi casa. Recuerdo vivamente esa sensación de plenitud y contacto con todo. Por un rato yo era el rey del mundo y el mundo estaba en mí. Y era una sensación tan personal que me desbordaba y lo llenaba todo. Una apertura llena de paz y vitalidad que de golpe me llenaba de sentido. Una sensación de ser digno y a la vez de ser parte de algo más grande a mí. Yo era esto y a la vez eso era en mí. Con agradecimiento, conexión, libertad y potencial infinito.
He vivido muchos vislumbres similares en mi vida y últimamente estoy aprendiendo a permitirme soltarme en estos estados con frecuencia durante mi vida cotidiana. Sé que muchas personas vivís aperturas similares, tan naturales y humanas que no tiene sentido llamarlas religiosas (ni casi espirituales). Son simplemente esto, una conexión intima con la realidad tal como es, fuera de las creencias e idealizaciones. Sin etiquetas ni prejuicios, solo la realidad de mi vivencia intima de plenitud y conexión, que me lleva a su vez a compartirme con el mundo.
2) Conexión digital y conexión esencial
Yo me encuentro a caballo entre dos mundos aparentemente diferentes; El universo digital de la interconexión por internet y este espacio de conectividad con nuestra esencia humana. Durante años me he pegado por creer que el uno contradecía al otro y viceversa. Pero curiosamente, ahora descubro en mi experiencia que los dos mundos están íntimamente unidos. Al igual que mi experiencia de conexión con mis compañeros en los viajes de practicas me llevaba a la conexión con mi plenitud más autentica y esencial, de igual manera cuando conecto digitalmente con personas en una experiencia enriquecedora, algo en mí se me abre y me lleva a estos estados de plenitud existencial.
Recuerdo mis primeros meses de uso intensivo del internet social, allá por el 2005, cuando descubrí los blogs y a las personas maravillosas que están detrás de lo digital. Fue como el descubrir un nuevo continente. Un espacio, la blogosfera, lleno de conexiones y riquezas sin precedentes. Cree mi propio blog y empece a dialogar con unas ganas locas. Estábamos todos igual, apasionados por los encuentros, colaborando y uniéndonos sutilmente en un deseo mayor de plenitud.
Hablar de plenitud, amor o comunión en un grupo de meditación o en un grupo de potencia humano parece tener mucho sentido, pero creo que a algunos de la cultura digital los asusta hablar en estos términos en relación a la experiencia por internet. Expresar que me estoy autorealizando compartiendo en una comunidad digital, puede parecer excesivo o fuera de lugar. Pero en realidad, esta plenitud que vamos despertando juntos ya está presente en modelos e iniciativas como el software libre, los datos abiertos, el emprendimiento social o el conocimiento compartido de la wikipedia. Ciertamente muchas son iniciativas que impulsan la libertad, la apertura, la creatividad, el amor y la sabiduría.
3) Conexión, conexión y conexión
En realidad “la conexión es la conexión“, como diría Lourdes Garrido, y las situaciones y medios a través de los cuales creamos estas conexiones son muchos; un contacto intimo y presencial con alguien que amamos, un grupo de programadores colaborando en un bello software, un descubrimiento científico, una conversación digital que nos inspira, o el encuentro profundo con mi propia identidad. Todo es conexión.
Por todo esto, deseo que dejemos de lado tantos prejuicios, etiquetas y escapes de lo que es la conexión esencial. Tal vez unos lo llamen experiencia espiritual, estos experiencia científica, otros experiencia intima y aquellos experiencia digital. Pero en el fondo es el mismo anhelo de conexión, con diferentes matices, que nos va uniendo poco a poco con una conciencia cada vez más vivamente humana y en comunión con todo. Una conexión que nos saca del narcisismo, nos dota de sentido y nos hace amorosamente responsables de nuestra preciosa vida y del universo que nos acoge.
Y hablar de conexión esencial es también hablar de desconexión. Cuando este anhelo por conectar se ve frustrado en nosotros, duele y nos enfadamos. Es normal. Por esto son tan valiosos los medios y puentes que nos ayudan a salvar el abismo de la disonancia conectiva.
4) Cada conexión en su lugar y en su contexto
Hace unos días vi la película Her, que está ahora en cines, y que trata de una persona que establece una relación de confianza y amor con una inteligencia artificial. Y la sensación que me dio (que coincide con mi vivencia, mis conversaciones con Lourdes Garrido y con todo lo que describo en el artículo) es que en realidad el medio es lo de menos, lo que importa es conectar, como va haciendo los protagonistas de Her.
Y es importante que estas conexiones ocurran en todos estos ámbitos de la existencia, tanto en lo persona, intimo, colectivo y sistémico. Limitarnos solo a un tipo de contacto no es suficiente para vivir. Nadie es una isla. Nada es ajeno. Tú eres yo. Por esto, creo que si que hay conexiones más integras que otras. ¿Cómo sientes tus conexiones y tus lazos con la vida?
Conectar conmigo (ser), conectar contigo (comunión) y conectar con todo (contemplar).
¡Todo esto me conmueve! ¡Veo tantas similitudes! La conexión lo es todo para mí, y la vivo íntimamente desde hace años, más allá de etiquetas de pensamiento, de conceptos cognitivos. Simple y llanamente: ser, sentir, vivir.
¡Qué plenitud más enormeeeee sentirse Uno con Todo!
Esos momentos de conexión que describes los siento yo también. Sólo por eso, me digo muchas veces, merece la pena haber nacido, estar aquí. Y también es la conexión que siento en mi corazón con algo extremadamente delicado, amoroso, sutil, tierno y delicado, a lo que puedo llamar Dios, Universo, Todo, o lo que sea, pero que es el verdadero sentido de la vida.
Somos Amor. Todo es Amor. Sería mi primer mandamiento, je, je.
¿Y qué decir de la tecnología, la ciencia? También pasé por la dicotomía de decidir espíritu-ciencia. Pero no, no hace falta. Porque todo es maravilloso, todo permite sentir y conectar. Nada es un obstáculo. Puedes relacionarte con un ordenador, con un navegador, con tu coche, sentirlo, agradecerle todo lo que hace por ti, y realmente ves que, como todo es energía, todo forma parte de lo mismo, todo es extensión de Uno y Uno de todo. ¡Y qué maravilloso es ese descubrimiento! Y lo bueno de ese descubrimiento es vivirlo, sentirlo, formar parte de él, más allá de que sea un concepto mental. Te das cuenta de que formas parte de eso.
Todas estas cosas no las puedo hablar con mis compañeros de trabajo, ni con mis amigos, ni con mis hijos, ni con mis padres, je, je, ni… pero sí con mucha gente que conozco en internet, entre las que estás tú desde hace varios años.
He pasado por momentos oscuros, difíciles, pero siempre he tenido esa especial conexión tierna y comprensiva dentro de mí, desde que me descubrió a los 25 años.
Un saludo desde el corazón, amigo. Seguimos siempre en contacto.
Gracias Julio! Una de las cosas más hermosas de la comunicación es ver que otras personas sienten y conectan de formas similares. No sabemos bien como, pero establecemos vínculos misteriosos, como el tuyo y el mío, que se remonta a esas épocas en torno al 2005 si mal no recuerdo. Yo en aquel entonces estaba un poco volado, seducido por las cosas nuevas que iba descubriendo por todos lados. También he pasado mis momentos de confusión y contradicciones y he salido clarificado de ellos. Sé que vendrán otras épocas confusas, pero por el momento disfruto de lo que he abierto en mi y en mi entorno. Me alegro de volver a charlar más profundamente contigo. En parte siento que llevamos caminos paralelos. Y lo que siempre me ha llegado de tí es tu sensibilidad y tu sencillez. Tu texto franco y abierto me encanta, y me hace confiar en que si que es posible una comunicación desde el alma, la franqueza y la autenticidad.
Un abrazo muy grande querido Julio!
Somos conectores o enchufes. Vivimos conectados, al polo del más y del menos y al polo tierra. Es una hermosa metáfora de nuestra existencia. En ocasiones tenemos más relaciones y encuentros significativos digitales que reales. Hay momentos que vivimos más conectados con el más que es la abundancia que con la carencia. Estamos hechos de luz y sombra y las reconocemos amorosamente cuando tomamos conciencia de nuestro barro frágil y modelable a un tiempo.
Tenemos la posibilidad a la vez de interconectarnos con otros conectores y así lograr regalar, distribuir, repartir armónicamente la mayor cantidad de energía que servirá para alimentar, abastecer mayor número de aparatos que contribuirán a darnos lo que precisamos. Se crea así una red de luz conectada que propicia vida, bienestar, alegría, belleza, comunicación, afecto.
Soy y somos conectores, transmisores de luz, que nos alimentamos con la luz de otros conectores porque reconocemos nuestra esencia y la repartimos libre, amorosa y responsablemente. Los escenarios para dar lo que soy son variados y todos igual de válidos, porque lo que realmente importan es qué ofrecemos, cómo lo ofrecemos.
Gracias Nacho por haberte conectado y haberme regalado tu luz, que despertó la mía y así alumbramos más a esta red virtual.
Hola Marijose!
Gracias por tu comentario que profundiza en esta sensación sutil y a la vez real del poder de la conexión. ¡Noto que amas todo esto que expresamos!
Estos días estoy aprendiendo mucho de estos 2 estilos de conexión que se solapan:
1) Millones de aparatos y tecnologías conectadas en este “Internet de las cosas” que esta naciendo (con neveras, coches, planchas, ventanas y todo tipo de cosas conectadas y captando energía solar o lo que sea)
2) Millones de almas humanas compartiéndose unas con otras con lazos de cariño y apoyo.
Tecnologías y humanos conectando, en un mismo proceso de “unidad en la diversidad”
Un abrazo grande y que sigamos contagiando conectividad!!!