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No trates de resolver el pasado… relaja tu historia y vive

Mujer con obsesión por resolver el pasado

De golpe viene este recuerdo de nuestra juventud. Esta situación que nos causo daño. Este momento traumático, no solo para uno mismo, sino también para las otras personas implicadas. Y nos gustaría buscar la forma de resolver el pasado, de cambiar la escena y corregirla.

Pero ya no es posible cambiar el pasado. Lo que ocurrió ya no está aquí. Está fuera de nuestro presente. Es solo un recuerdo que con frecuencia bloquea nuestra responsabilidad actual.

Víctimas de nuestro pasado

Muchas veces nos enganchamos al pasado. Y nos sentimos anulados en nuestro presente por causa de un supuesto pasado. Los recuerdos, más o menos distorsionados, nos convierten en víctimas del humo de nuestra historia.

No nos sentimos capaces de afrontar la vida, mientras no nos liberemos de la cárcel del pasado. Pero no sabemos como hacerlo, y lo que es peor, creemos que solo así podremos sanar y ser felices.

Así es como nos atrapamos en la telaraña del victimismo pasado. En el apego a una historia imposible de cambiar. Y nos enfangamos de impotencia, depresión y culpa.

No existen técnicas para cambiar el pasado

En realidad si que hay pautas sencillas que nos ayudan a dar la bienvenida al presente y nuestros recuerdos actuales del pasado. Pero es importante no apegarnos a una búsqueda compulsiva de píldoras y anestésicos del dolor antiguo. Obsesionarnos con que si no resolvemos el pasado, no podremos seguir viviendo.

Respiremos juntos un momento. Y mirémoslo con calma. Tu pasado y mi pasado ya no existen… solo son recuerdos en la mente. Lo que si tenemos es una vida presente ¿la sientes? Está aquí y ahora en tu cuerpo mientras lees esto, y está en mi cuerpo mientras escribo. Nuestra vivencia presente fluyendo y animando nuestro existir. Sin duda tú y yo somos en este momento.

Con ayuda de nuestros sentidos, ahora mismo percibimos las cosas a nuestro alrededor. Por nuestra mente pasan pensamientos. Y podemos estar atentos a nuestro estado de animo, a sensaciones corporales y fluir emocional. Son cosas sencillas de observar que están presentes aquí y ahora en tu/mi conciencia.

También podemos estar atentos al flujo de nuestros pensamientos, con los recuerdos del pasado y los juicios que continuamente hacemos de ellos.

Atentos al presente sin buscar resolver el pasado

Si te das cuenta, con los párrafos anteriores estamos juntos haciendo un viaje atento por nuestro presente. Y además poniendo en su lugar los recuerdos del pasado, como humos cambiantes que emergen en la mente. Son solo recuerdos que tratan de alejarnos de la presencia y de nuestra responsabilidad con la vivencia real actual.

Si seguimos muy atentos, tu y yo juntos, podremos ir descubriendo como este supuesto pasado repensado una y otra vez, trata de decirnos que nos sigue doliendo lo que no supimos vivir en su momento.

Siéntelo junto a mi. Nos duele en presente. El dolor es ahora. Y es ahora cuando podemos vivirlo, acogerlo, darlo la bienvenida, permitir que sea dolor en mi y permitir que se suelte.

El pasado no duele, solo duele el presente

No necesitas cambiar el pasado, ya que lo que en realidad nos duele es el presente. Es ahora cuando sentimos en nuestras carnes el dolor de la separación. Y es ahora cuando tenemos el poder de dar amor a lo que sentimos.

Me alegra que juntos estemos dando estos pasitos. Dejando de escaparnos al drama del pasado, como una energía densa que nos hace creer que vivimos anclados a una historia personal imposible de cambiar. Y recuperando el poder de soltarlo y relajarlo todo en este presente sentido gracias a nuestra atención.

Así, con la alegría del presente eterno que somos, el pasado es solo lo que es, un recuerdo entrañable de dolores, amores y circunstancias. Algo anecdótico a lo que ya no damos el poder de negar nuestra vida actual.

Y liberados de un peso que no nos correspondía —simplemente porque nunca hubo peso real— vivimos aquí y ahora nuestra propia vida, como sencillamente sabemos y podemos.

Muchas gracias por compartir conmigo esta experiencia. Me encantará leer en comentarios tus sensaciones y vivencias sobre como afrontas tú tus recuerdos del pasado. ¡Gracias!

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